domingo, 13 de diciembre de 2015

Se ha hablado mucho con respecto a la adopción Gay, y no estaba de acuerdo porque me parecía antitético, sin embargo tengo que aceptar que dentro de las diferencias se trata de apoyar niños que han sido separados de su familia y que no tenían posibilidad de desarrollarse en una sociedad sino como entes antisociales y amargados,
sin embargo luego de leer toda esta información me di cuenta que se puede hacer bien dirigidos y controlado por entes estatales.


Extractada de varios periódicos donde dejo los links,

“No se evidencian situaciones que afecten el desarrollo integral de un niño, niña o adolescente desde la perspectiva de las ciencias de la salud, ni tampoco existen evidencias científicas de que la orientación sexual de los padres sea factor que incida negativamente en el desarrollo del niño”.
Esta es la principal conclusión a la que llegó el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el organismo encargado de velar por la protección de los derechos de los menores de edad en Colombia, en un concepto que dirigió a la Corte Constitucional sobre el debate de la adopción gay. En el marco de la decisión que está a punto de tomar sobre el polémico asunto, los magistrados le pidieron al ICBF que sentara posición argumentada sobre “los efectos que podría tener para el desarrollo integral de un menor el hecho de ser adoptado por una pareja del mismo sexo”.
La respuesta tiene 55 páginas y fue elaborada por la Dirección de Protección y Subdirección de Adopciones. Llegó a la Corte a finales del año pasado y aunque parte de la base de que “no existe un derecho a adoptar”, sino el derecho de los menores a tener una familia, el Estado sí debe “generar políticas que garanticen la protección de los menores, sin importar la orientación sexual de sus padres biológicos o adoptantes”. Esto, porque según el Instituto, en Colombia “ya hay niños creciendo en hogares compuestos por padres homosexuales”, por lo que “es imperativo” que se regule el tema.
Para el ICBF es claro que el desarrollo de un niño en un hogar de dos padres o de dos madres “se vería garantizado”, siempre y cuando las instituciones cumplan con su deber de brindarle acceso igualitario a los servicios y derechos, sin discriminación alguna. Aunque el Instituto recomienda que se haga una investigación de fondo en el país sobre las dinámicas y los roles de los padres homosexuales, considera que es claro en que “no existen diferencias que permitan pensar” que un modelo de familia –el heterosexual u homosexual– es mejor que el otro. También recomienda que, en todo caso, los niños y adolescentes “sean escuchados y sus opiniones deberán ser tenidas en cuenta”.
El concepto menciona las investigaciones del psicólogo David Brodzinsky, quien al ser consultado sobre cómo podría afectar a un menor el hecho de crecer en un hogar compuesto por parejas homosexuales, concluyó que existía una tendencia “a favor de los padres del mismo sexo, ya que estos reportaron tener una relación afectiva significativamente mejor con sus hijos e hijas que los padres heterosexuales”, y que, incluso, las parejas gais son más propensas a inculcar valores como la tolerancia y el respeto. El ICBF también analizó la probabilidad de que los menores tengan riesgo de ser víctimas de violencia sexual en un hogar gay y concluyó que “las agresiones sexuales en su mayoría se reportan en medios familiares heterosexuales”.

Tras una revisión de más de 320 investigaciones internacionales, el Instituto resalta que lo que más influye en la crianza de los hijos y en su adecuado desarrollo psicológico “es la falta de conflictos familiares” y no la orientación sexual de los padres. De la misma manera, resaltó el hecho de que la gran mayoría de homosexuales crecieron en familias heterosexuales, lo que desvirtúa el argumento sostenido por algunos sectores en esa materia. La Corte tiene hasta la próxima semana para decidir. La ponencia, del magistrado Iván Palacio, es favorable a darles a las parejas del mismo sexo la posibilidad de adoptar. No hay relación entre la orientación sexual de los padres y los hijos. Uno de los mitos que el ICBF asegura que debe romperse es el de que las tendencias sexuales de los padres influyen en las de los hijos. De hecho, señala el ICBF, la mayoría de hijos gais provienen de hogares heterosexuales. El Instituto recalca la necesidad de que, en un escenario de apertura a la adopción gay, las instituciones se ocupen de preparar a los niños de mayor edad, pues como lo concluye el psicólogo David Brodzinsky, “mientras más grande el niño, más consciente será de las implicaciones y el significado de tener dos padres o dos madres”.

  El expresidente de la Corte Suprema de Justicia y conjuez de la Corte Constitucional, José Roberto Herrera Vergara, dio la última palabra sobre la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Pese a que ya hay una decisión, el debate entre los sectores más conservadores y liberales continúa álgido. Para Mauricio Albarracín, director de la ONG Colombia Diversa, la Corte Constitucional tenía como misión basarse en su jurisprudencia y en la Constitución a la hora de decidir. Mientras tanto, Victoria Eugenia Cabrera, directora científica del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana y una de las que elaboró el concepto que la institución envió a la Corte Constitucional para que el ente estudiara la histórica decisión, es clara en que “la prioridad es el bienestar del niño y no hay conclusiones del todo certeras para poner a los niños a asumir este tipo de riesgos”.
Con estas bases, ambos plantean en cuatro puntos por qué la decisión del Alto Tribunal debió ser favorable o contraria a la petición de los homosexuales.

Igualdad versus infancia
En primera instancia, Albarracín dice que el argumento principal por el que la Corte Constitucional debió fallar a favor de la adopción gay es que “prohibir la adopción a una pareja del mismo sexo es contrario a los principios de libertad e igualdad que plantea la Constitución de 1991”. Al respecto, Cabrera afirma que los argumentos del movimiento LGBTI se basan en los derechos de ellos como homosexuales, y no en el bienestar y estabilidad de los niños colombianos. La docente agrega que si bien los homosexuales han adquirido ventajas “y son personas valiosas y respetables”, solucionar el asunto de la adopción a su favor es beneficiarlos, “¿pero beneficia también a los niños?”, se pregunta.



La familia “apropiada”
El director de Colombia Diversa argumenta que, dado que la adopción es un mecanismo para proteger a los niños y darles familia, las parejas del mismo sexo, que son familia constitucionalmente reconocida desde 2011, pueden darle la misma protección, crianza y cuidado a un niño que está en situación de abandono. Para él, una pareja homosexual que cumpla con todos los requisitos de estabilidad emocional y económica tendría que poder aplicar a un proceso de adopción, sometiéndose a los estudios y controles que hoy cualquier pareja heterosexual debe cumplir antes y después de la adopción.
Sin embargo, para la directora científica del Instituto de la Familia de la U. de La Sabana, “como lo dice el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, no se trata solo de darle padres a un niño, el asunto de fondo es darle el bienestar más alto al menor”. Según explica, “no cuestionamos la bondad o bienestar que puedan dar los homosexuales, ellos pueden ser personas buenas que aporten muy bien al niño, pero nos preocupa en qué contexto estarán criando al niño”.

¿Padre y madre?
Adicionalmente, para Albarracín, si la Corte ya ha avalado la adopción individual por parte de padres homosexuales y la adopción por consentimiento, a través de la cual las parejas del mismo sexo pueden adoptar siempre y cuando el niño sea hijo biológico de uno de los miembros de la pareja y que los dos, de manera consensuada, pidan la adopción, “negar la adopción conjunta es absurdo”, y reitera que es contradictorio en la historia del país que se permita la crianza de un niño a un soltero homosexual, y no a dos adultos. “Dos es mejor que uno”, concluye.  La posición de Cabrera sobre el papel de dos padres es que en los estudios a los que la Universidad de La Sabana hace referencia en el concepto emitido a la Corte Constitucional, es claro que “hombres y mujeres somos iguales, la diferencia está en la masculinidad y feminidad que cada uno aporta a la educación de los niños”. Por tanto, concluye la docente, “cuando padre o madre están ausentes en la vida del niño, hay problemas de comportamiento en ellos que los hace más propensos a ir a prisión, a tener menor rendimiento académico y mayor dificultad para concentrarse en actividades que requieren atención”.

El sustento científico
Mauricio Albarracín plantea que hay un consenso científico sólido que demuestra que “los hijos criados por parejas del mismo sexo tienen un desarrollo normal y no existe ninguna diferencia significativa respecto a la crianza por parte de padres heterosexuales”. Albarracín destaca en este punto el concepto que emitió el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar a la Corte Constitucional y en el que, entre otros aspectos, argumenta que “no se evidencian situaciones que afecten el desarrollo integral de un niño, niña o adolescente desde la perspectiva de las ciencias de la salud”. La posición de Victoria Eugenia Cabrera es otra. Según dice, en los estudios que utilizan como argumento los homosexuales, menciona por ejemplo los de la Universidad de Nueva York, aunque no especifica cuáles, se incluyen muestras solo de población homosexual, mas no de población heterosexual que permita comparar resultados entre ambos sectores de la población. “Solo tuvieron en cuenta una perspectiva”, argumenta.
Resalta también que la mayoría de los estudios son cualitativos y muy pocos son cuantitativos, y si bien, dice la investigadora, los primeros son importantes y permiten comprender el fenómeno, “no permiten generalizar y, por ende, no son útiles a la hora de tomar decisiones como la que tiene en sus manos la Corte Constitucional”.

En pleno debate sobre la legalización del matrimonio homosexual en EEUU, que intentará zanjar el Tribunal Supremo entre los días 26 y 27 de marzo, los distintos grupos de presión han intensificado sus campañas a favor o en contra de la nueva ley promovida por la administración Obama. La Academia Americana de Pediatría (AAP) es uno de los lobbies que históricamente se han posicionado a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero ahora ha dado un paso más al presentar un informe en el que también defienden el derecho a adoptar por parte de estas parejas. “Debe haber igualdad de oportunidades para todas las parejas del mismo sexo, porque existen suficientes evidencias científicas por las que los padres homosexuales son un garante en la educación de los niños”, según explicó Benjamin Siegel, coautor de la última declaración política de la AAP.
La academia norteamericana que aglutina a más de 60.000 pediatras tiende a ejercer una fuerte presión en la configuración de la agenda política norteamericana en materia de salud infantil. Por ello, el comité ejecutivo de la AAP ha alentado a sus asociados para que cierren filas en torno a su último posicionamiento político, que han defendido sobre la base de cinco principales argumentos.

Aseguran la estabilidad económica de los más necesitados
La declaración política de la AAP cita en primer lugar un informe elaborado por el Instituto Guttmacher en el que se asegura que casi la mitad de los embarazos son no deseados. La consecuencia, según añade el informe, es que dos tercios de estas familias se encuentran en serias dificultades económicas y necesitan acudir a programas de asistencia para personas con bajos recursos. “Esto no quiere decir que no puedan hacer un gran trabajo a la hora de criar a sus hijos”, aseguran desde la academia, pero no siempre garantizan la estabilidad económica de los niños.La administración Obama se ha mostrado a favor de defender los derechos de los homosexuales
Muchos de estos niños nacidos en hogares con extrema pobreza acaban en los orfanatos norteamericanos, en los que a día de hoy se encuentran unos 100.000. Un extremo que podría evitarse porque, según otro informe del Urban Institut citado por la AAP, el 52% de los homosexuales y el 41% de las lesbianas estarían dispuestos a adoptarlos. Además, el 60% de estas parejas tendrían preferencia por adoptar a niños de minorías étnicas que, por lo general, son los que más dificultades tienen de encontrar un hogar fuera del orfanato.
“Están comprometidos y motivados”
Las parejas homosexuales se enfrentan a una serie de desafíos para poder ser padres, lo que las obliga a planificar de manera muy consciente su paternidad, explican desde la academia. Es por todas las limitaciones a las que se enfrentan que “tienden a estar más motivados y comprometidos que la media de los padres heterosexuales”, según afirma la citada psicóloga de la Universidad de Massachusetts Abbie Goldberg.
Los resultados de los estudios comparativos realizados por Goldberg demostraron que los padres homosexuales obtenían mejores calificaciones, a la hora de ser evaluados por su capacidad para educar a un niño, que los padres heterosexuales que tuvieron hijos por accidente.
Reducen el fracaso escolar
El promedio de las calificaciones académicas de escolares criados por padres homosexuales es superior al del resto de niños. Las cifras más altas se corresponden con los niños criados por lesbianas, cuya media sobre cinco se sitúa en 2,9 frente al 2,65 del resto. En la adolescencia estos resultados se equiparan más y, según un estudio publicado el pasado año en el Journal of Marriage and Family, las capacidades matemáticas de unos y otros niños son prácticamente imperceptibles.
Fomentan la tolerancia
La educación proporcionada por padres del mismo sexo es más tolerante y abierta, según defiende la Academia Americana de Pediatría. Basándose en un estudio publicado en el American Journal of Orthopsychiatry, la declaración política de la AAP sostiene que dos de cada tres niños criados con padres gais tienden a tener más empatía por el prójimo que la media y se sienten mucho más libres e independientes a la hora de perseguir sus intereses.
La autoestima de los niños no se ve perjudicada
La propia AAP elaboró un estudio comparativo sobre la autoestima de los niños criados por familias homosexuales o heterosexuales. Los resultados publicados en 2010 en la revista científica Pediatrics no mostraron diferencias entre unos niños y otros en los que se refiere a su desarrollo personal y comportamiento social. Sin embargo, sí se encontraron diferencias al analizar aisladamente a los niños criados en el seno de una familia lesbiana, los cuales tenían una mayor autoestima que sus pares criados con padres heterosexuales. Según el informe, estos resultados se podrían deber a que las parejas lesbianas se involucran más activamente en la educación de los niños.

 por ultimo añado la evidencia cientifica emitida por esta pagina. Y unas paginas que apoyan con hechos pruebas la adocpcion.



en ese orden de ideas estaría de acuerdo que se estudiara la adopción de niños por parejas del mismo sexo ya que esto contribuye a un bienestar que las parejas heterosexuales a veces no están en condiciones de dar. y que por el contrario de lo que se piensa, los niños tendrian mejor vida de la que puedan tener en un orfanato.

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